Cuando pensamos en amor, ¿Qué realmente queremos? ¿Ser
amados? ¿Queridos? ¿Deseados? ¿O simplemente queremos la idea de un amor, de
esos que vemos en películas y que suceden de repente, con fuegos artificiales,
destellos y botellas caras de vino o champán en una bella noche de otoño?
¿Cuándo vamos a entender que en el momento que llega ese amor ¨verdadero¨
todo lo otro parece simplemente inútil? ¿A las cuantas caídas entenderemos el
por qué los amores pasados nunca funcionaron? ¿Cuándo dejaremos de buscar perfección
y empezaremos a mirar el corazón?
No lo sé, no tengo todas las respuestas, pero sé que cuando llegue el
momento, que cuando llegue ese gran amor que espero desde niña, será como los
fuegos artificiales de año nuevo, tan esperado pero tan de repente que me
terminará tomando por sorpresa con todo su colorido y esplendor
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